Hace 22 años cuatro aviones secuestrados por terroristas se estrellaron contra el World Trade Center, el Pentágono y un campo en Pensilvania. Casi 3.000 personas murieron en cuestión de horas. Este lunes muchas personas hacen una pausa para recordar a las víctimas de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y reflexionar sobre el costo emocional permanente que el atentado infligió a la nación.