(San Juan, Puerto Rico) – Un grupo de estudiantes de derecho de la Pontificia Universidad Católica de Ponce presentaron una serie de enmiendas a la Ley 146-2012, mejor conocida como el ‘Código Penal de Puerto Rico’, entre las cuales se destacan la autenticación de pruebas ante los cambios tecnológicos presentes, corregir interpretaciones erróneas por causa de traducciones al idioma español de códigos importados de otros estados  y atemperar ciertas figuras jurídicas a nuestra realidad, entre otros.

Alrededor de 90 estudiantes de derecho visitaron ayer, martes, el Capitolio, para celebrar una ‘vista pública’ informal en el histórico salón de audiencias Leopoldo Figueroa.

La ‘vista’ fue presidida por la senadora por acumulación y facilitadora del cónclave estudiantil, Keren Riquelme.

“Para nosotros es un honor recibir decenas de estudiantes de derecho, miembros de la ‘Criminal Law Society ‘ con el propósito de intercambiar ideas y conceptos relacionados a nuestro Código Penal y cómo podemos atemperar el mismo a la realidad del Puerto Rico del siglo 21. Quiero agradecer a estos extraordinarios estudiantes que nuevamente dejan claro que en nuestra Isla existe una base de talento única. Estas ideas que nos trajeron serán presentadas en proyectos de ley para ser radicados, mediante el mecanismo de ‘Petición’, durante la próxima sesión ordinaria que comienza en enero de 2025”, señaló Riquelme.

“El que estos estudiantes quieran involucrarse en mejorar nuestro ordenamiento jurídico y legal es muy importante para el desarrollo de Puerto Rico. Ellos quieren aportar desde ahora y los vamos ayudar, porque nuestra Isla los necesita”, añadió la Senadora.

El grupo de jóvenes fue liderado por el profesor de derecho, Octavio Capó.

En la reunión, que se extendió por varias horas, asistieron, además, el expresidente del Senado y actual portavoz de la delegación del Partido Nuevo Progresista en ese cuerpo, Thomas Rivera Schatz, el senador por acumulación William Villafañe y el representante Jorge Alfredo Rivera Segarra del Distrito 22.