ACOLMAN, México (AP) — Al ritmo de una contagiosa canción norteña mexicana, una mujer corta cientos de papeles de colores que va apilando sobre una mesa.
“La medida ya la tienen mis dedos”, afirma entre risas María de Lourdes Ortiz Zacarías, de 49 años, sobre la destreza que desarrolló desde niña, siguiendo los pasos de su abuelo y su madre, para elaborar una de las artesanías más populares de las festividades navideñas: las piñatas.
Esta llamativa esfera de cartón, decorada con papelitos de colores, es tan protagonista de las fiestas de diciembre en México como el árbol de navidad o los nacimientos.
Tiene forma de estrella de siete picos en su versión tradicional, pero ha ido variando con los años en un desborde de creatividad y se puede encontrar con la figura de personajes de dibujos y hasta de políticos.
Las más comunes tienen ahora un corazón de cartón, recubierto con periódico y engrudo (harina con agua), y se rellenan usualmente con frutas, caramelos y dulces locales, aunque aún se pueden encontrar algunas hechas como se hacían siempre, con una vasija de barro a la que se le colocaban los siete picos.